¿Haces sentir especial a tu cliente?
Cuando hablamos de marca es inevitable asociarlo a un producto. Pero existe una línea entre lo que haces (producto) y lo que eres (valor emocional).
Las personas queremos vivir emociones, y las emociones dirigen la experiencia de compra. Compramos y consumimos por lo que sentimos. El consumidor quiere conectar con la marca, cree en una forma de comunicación que se centra en lo que le causa interés.
El gran reto de las marcas es crear un vínculo compartiendo valores afines captando el interés del consumidor definiendo un territorio en común. La experiencia del cliente tiene que ser relevante, positiva, empática, coherente, que genere conexión emocional con los valores y la personalidad de la firma.
Todo cambia cuando la marca no te ‘llama’ para que compres el producto, sino que te recomienda y te proporciona entretenimiento, información, todo es más sutil y agradable. Haz de tus valores un contenido diferencial, detrás de cada marca hay una historia que ayuda a fortalecer la identidad, que puede llegar a crear un espacio en el imaginario del consumidor.
Los factores emocionales de proximidad con una marca son decisivos. Las emociones positivas que compartimos con la marca nos acercan a ella. la queremos tener, tiene que ser una experiencia sublime. La emoción es vital para que la persona no sólo conozca a una marca sino que la sienta, la ame. Un contenido de gran relevancia da a conocer el ADN de tu marca ayudándote a diferenciarte en el sector.
Cuando todo es muy igual, nos tenemos que diferenciar, podemos encontrar productos similares en muchos sitios, tenemos que potenciar el carácter propio y una personalidad única y potente. La diferencia es la experiencia que tiene el cliente, cómo de especial lo hacemos sentir.
Comunica el poder de tu historia, única, que sólo tu puedes explicar, la gente quiere saber qué historia hay detrás de cada producto: ¿quién lo ha hecho?, ¿cómo?, ¿por qué?, ¿cuál era la intención?… porque hacemos lo que hacemos. Eso que crees que manca de importancia es lo que puede hacer llegar a marcar la diferencia. ¿Cuál es tu historia?